NUESTRA SEÑORA DE VALME.- Sucesivamente llamada Real, Nuestra Señora de Valme, Alperiz Bustamante, Nuestra Señora de Valme, José Nakens y Nuestra Señora de Valme, si bien se la sigue conociendo, como siempre, por "Calle Real",
de manera "oficiosa, inveterada y secular". Los documentos antiguos sí contienen reseñas de la calle Real, pero es complicado seguirlos, puesto que la calle Real en estos documentos no es solo la que hoy conocemos por tal sino el conjunto
de sus varios tramos, vías a cuyos márgenes, hay que reiterarlo siempre, se fue originando lo que hoy es Dos Hermanas, que primero surgió con un sentido marcadamente longitudinal -las calles más antiguas el pueblo son la calle Real, la
calle Rivas y la calle Marea, que conforman un polígono delimitado por los correspondientes caminos- En la Revista de Feria de Dos Hermanas se publicaba mi artículo "La calle Real", en el que se resume la historia de esta
calle, que es un conjunto de calles y así la considerábamos entonces. En este artículo se explicaba así la calle actualmente denominada "Nuestra Señora de Valme": "
1.—Origen Así como en la provincia de Cádiz es fácil encontrar poblaciones cuya calle principal se denomina "calle Real", en la provincia de Sevilla, en cambio, no es usual encontrarla en el nomenclátor de sus pueblos. Curiosamente,
en el nomenclátor oficial de Dos Hermanas no existe actualmente la calle Real, aunque si en ese nomenclátor particular que, "in pectore", existe en cada Ciudad, y que resiste a las veleidades de la política o del capricho de quienes detentan
el gobierno municipal. Se ignora la época en que la calle Real nació como espacio urbano. En todo caso, es la calle por la que Sevilla ha penetrado en Dos Hermanas desde la más remota antigüedad. Y esto ya es un dato importante. Por ella se retiraron
los legendarios guardadores de la imagen medieval de Santa Ana, en vísperas de la llegada de Muza ben Nusayr. Y. si damos crédito a la ingenua y piadosa tradición nazarena, a su través una invisible campanilla guiaría a la hermanas
Nazareno cuando, tras la Reconquista de Sevilla, vinieron a fundar nuestro pueblo y a darle su Patrona, rescatada de la oscuridad de la cueva, donde se habría conservado de una forma tan prodigiosa como inexplicable, según apostilla
Rodrigo Caro, durante cinco siglos. Alrededor de la capilla de Santa Ana se organizo el incipiente caserío, que empezó a crecer hacia el Oeste formando la calle Marea, otro hermoso nombre, buscando la Vereda Real de la Armada,
que discurría a tiro de ballesta de este primitivo núcleo.
II.— La "Cañada" A estos primeros momentos de existencia de la que, más tarde, se llamaría "calle Real" hemos de asociar otro nombre, este si misterioso y casi mágico. Me refiero a la "Cañada Viciosa". Existe una calle popularmente
llamada "La Cañada", que naciendo en la carretera antigua de Sevilla por "Venta de las Palmas", forma un arco que llegaba hasta el último tramo de la calle Real, en su desembocadura a la plaza y a la iglesia de Santa María Magdalena;
La tradición nos dirá que un ángel, espada en mano, impidió a los árabes labrar este camino, que llevaba en derechura hasta la cueva de Santa Ana. Un historiador, en cambio, razonablemente nos podría explicar sin mucho esfuerzo de imaginación
que esta Cañada era un "arrecife" de los árabes y, mucho antes, una vía romana. El calificativo de la tal "Cañada" nos produce cierta zozobra: "Cañada Viciosa". Tal vez si acudimos al latín nos tranquilicemos, pensando que "viciosa"
puede derivar de "vicus", que no es otra cosa que "lugar habitado, aldea". La "Cañada" se bifurcaba, dentro de lo que hoy es el corazón de la Ciudad, saliendo un ramal estrecho y sinuoso hacia Alcalá de Guadaira mientras que
la vía principal seguía su recorrido, pasando por delante de la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena, y ya con el nombre de "Camino Real de Utrera" se dirigía perezosamente hacia nuestra vecina y querida Ciudad. Así, la calle Real
seria el fiel de la balanza de esta Cañada Real, uno de cuyos brazos es la calle "Real de Sevilla" (hoy "Lope de Vega"), mientras que el otro es la calle "Real de Utrera" o "del Rey" (antes "Conde de Ibarra").
Gráficamente hemos dibujado lo que fue Dos Hermanas desde sus orígenes: una encrucijada de caminos, parada y fonda en el camino, duro Y peligroso, de Cádiz a Sevilla. Ciudad de paso, hospitalaria, extravertida, posadera condescendiente e impersonal
de sus fugaces visitantes, negadora de su propia identidad. La calle Real, en verdad, pueden ser muchas calles, tantas como trozos del Camino Real quedaron englobados en el caserío. Pero la calle Real por antonomasia aparece relacionada en los
más antiguos documentos y padrones de Dos Hermanas, junto a las calles Rivas, Alcoba, del Cerro o de las Atahonas.
III.—Referencias documentales: el Catastro de 1760 En el empadronamiento que hizo el duque de Alcalá en 1631, cuando compró la villa, tenía esta calle 84 fincas. Pero el empadronamiento más importante que podemos examinar es el formado
en 1760 por Manuel Mendoza, Simón Barcena y José Leal y Becerra, más conocido como "Catastro de Ensenada". Tenía Dos Hermanas en esta fecha poco menos de 400 fincas urbanas. De ellas, 78 estaban en la calle Real que había pasado
a ser la principal calle del pueblo. Veintinueve de estas casas tenían dos plantas, casi todas en su margen derecha. Vamos a adentrarnos por esta calle Real de 1760, procurando salvar los "varancos y eminencias" (sic) que, en expresión
ciertamente exagerada de un autor, erizaban su firme, y cuidando de no pisar los pestilentes charcos producto del desagüe de sus casas a cielo abierto. Iremos de día, porque en las tinieblas de la noche sería inútil nuestro esfuerzo. Diversas
instituciones tenían propiedades en nuestra calle. Así, las capellanías de Alonso Martínez del Pozo, Juan de Castro, Beatriz Melgarejo, Alonso Ramirez o Bartolomé Vázquez de Lara, de la que es capellán don Francisco José de Rivas, que tiene una Casa-Hacienda de campo que linda con el "corral del Consejo", dentro de la cual hay una bodega con su viga y 25 tinajas de cabida, atarazana con 14 toneles de cabida y molino de aceite. Otro molino de moler aceituna tenía
en la calle el Canónigo de la Santa Iglesia de Sevilla don Antonio Saavedra, con sus almacenes de aceite y un pequeño olivar frontero, en el pago de "La Cañada". Una huerta tenía la Hermandad de Santa Ana, mientras que tenían casas
las Hermandades del Santísimo, y de la Soledad y la memoria de Misas de Ana de Olivares, el Convento de Santa María de Gracia de Sevilla y la fabrica de la parroquia de Santiago, de Alcalá de Guadaira.
El Cabildo de la Santa Iglesia Patriarcal de Sevilla, por su parte, tenía una casa bodega, con viga, lagar y demás elementos "para recoger los diezmos". Había varias huertas, curiosamente similares en cuanto a la superficie de dos
aranzadas que comúnmente tenían como las del mayorazgo que fundaron don Diego López de Avalos y doña Teresa Coronado, o el de don Hernando Díaz de Toledo, que pasaron al Marques de la Mina. Entre los particulares, los
propietarios más importantes eran los Herederos de don Tomás Cognen de Montefrío, cuya casa hacía esquina con la plaza, y tenía molino de moler aceituna "con todos sus pertrechos", dos bodegas con 51 tinajas que hacían 4550 arrobas
y siete tinajas para vinagre, un lagar, almacén "de sol" con 77 tinajas y 11.100 arrobas de cabida y, en fin, tenía casa con bodega de 140 arrobas de cabida, viga, lagar, y almacén de sol con 8 tinajas y 1.100 arrobas de capacidad. Propietarios
de fincas en la calle Real eran don Tomás y Nemesio de Rivas, don Esteban de la Guardia, don Juan de Alcoba, don Agustín Varela o don Juan de Pozas, personajes conspicuos de la Historia de Dos Hermanas.
Un horno "de pan cocer" tenía Fernando Romero y, en fin, Juan de Rivas tenía una Casa-Mesón. La "Cárcel Real" estaba también en esta calle, y lindaba por un lado con las Casas Capitulares y por otro lado con
la casa de don Francisco Valera, que hacía esquina con una "callejuela que va a la calle Canónigo", que andando el tiempo se denominaría "Lamarque de Novoa". Encontramos en este documento otros puntos de referencia en la calle
Real, como son la "Huerta llamada de Rodrigo" o varias "callejas", a una de las cuales se la llama "de los espinos", o el "egido", bautizado, por cierto, en nuestro reciente nomenclátor primeramente como "lejío",
nombre impropio que le daba el pueblo sencillo, y más tarde correctamente rectificado para pasar a ser "El Egido", que no recuerda otra cosa que el entorno de la población antigua donde pastaba el ganado. Cerca de la calle Real estaban
las casas y tierras del Colegio Ingles, perteneciente a la Compañía de Jesús y próximo a la Ermita de San Sebastián, y también encontramos en la vecindad a la "Capillita del Rosario". La gran extensión de la calle Real
nos da pie a aventurar, mientras no podamos comprobarlo más detenidamente, que en el empadronamiento que comentamos se le da este nombre a la tradicional calle Real unida a la que se denominó Conde de Ibarra. La prueba de ello es que el
molino y bodega de don Tomás Cognen de Montefrio, al que hemos hecho referencia, es el edificio que llamamos "La Almona", que ocupaba toda la manzana en la que se encuentra.
IV.—La calle Nuestra Sra. de Valme" En el último tercio del siglo pasado, con ocasión de la restauración de la Ermita de Valme y de la propia imagen de la Virgen, en las que tan destacada intervención tuvieron Fernán Caballero y don José Lamarque de Novoa, se cambió el nombre a la calle, que pasó a denominarse "Calle Nuestra Señora de Valme", mientras que se dedicó al "Conde de Ibarra" la parte que, desde la parroquia, conducía a la salida hacia
Utrera. En el nomenclátor, si nos atenemos a un plano de alineaciones fechado en 1903, la calle Real ó de la "Huerta del Rey" sería la que actualmente se llama "Nuestra Señora del Carmen". El 15 de enero de 1906 murió en Sevilla
don Manuel Alperiz Bustamante, que había sido pionero de la "Revolución industrial" de Dos Hermanas con la creación de su Fábrica de yute, que dio trabajo a muchos hombres y mujeres. Para perpetuar el agradecimiento a su memoria,
la Corporación nazarena acordó dedicarle una de las calles más céntricas de Dos Hermanas: Así, en Pleno de 1 de febrero siguiente se impuso su nombre a la calle "Ntra. Sra. de Valme", razonando el Ayuntamiento que ya había
otra calle llamada "Virgen de Valme". Ante las protestas masivas de la Hermandad y de muchos vecinos, en sesión de 30 de mayo se le devolvió a la calle su nombre. El 8 de junio de 1927 se acordó adoquinarla y
un año más tarde había terminado la obra la empresa
Max Jacobsen, adjudicataria de la licitación. Se empleó un sistema que se calificaba como revolucionario, cambiando la idea primera de usar adoquín por una materia que llamaban "soliditit", que aún pudimos ver hasta los años 80 y que no era más que una especie de hormigón grueso que, en verdad, ha resistido mucho tiempo sin mayores desperfectos. Hemos de decir que, siendo calle principal, se pavimentó casi 20 años más tarde que la Calle Canónigo ó Reina Victoria,
que fue la primera que estrenó pavimentación en Dos Hermanas. Especialmente polémica sobre el nomenclátor fue la República. En efecto, en diciembre de 1931 se cambió el nombre a la calle por el de "José Nakens", escritor y
furibundo activista republicano" "en honor del ilustre publicista que tanto luchó en pro de la libertad de pensamiento de la República española". De nada sirvieron los escritos de protestas de la Hermandad de Valme, de las demás
Hermandades y del vecindario en general. Y. llegando a más la cosa, se prohibió a las Hermandades que pasaran por esta calle en sus desfiles procesionales, organizándose una agria discusión en pleno cuando la Alcaldía no
se atrevió a impedir el paso a la Hermandad del Rocío en junio de 1934. Esto ocurría tres años después del intento, abortado, de ponerle el nombre de "calle del Crimen". El 10 de agosto de 1934 se devolvió a la calle
el nombre de
"Nuestra Señora de Valme", que nominalmente conserva en nuestros días, aunque en el habla popular nunca ha dejado de ser. desde los más remotos tiempos, la calle "Real".
V.—Personajes y actividades: La calle Real comunica las dos plazas más antiguas de Dos Hermanas: la del Arenal y la de la Constitución. En esta calle vivió el ilustre marino don Camilo Carlier, que murió en Dos Hermanas. Y aún
se recuerda la sonada detención de "El Espartero" cuando, después de una bochornosa actuación en la Maestranza, se refugió con su cuadrilla en la espartería que su padre tenía en esta calle, a la que por cierto se refiere Camilo José Cela en su obra "Café de Artistas y otros relatos". Calle donde nació la Madre Trinidad Sánchez Moreno, fundadora de la Orden Religiosa "Obra de la Iglesia", extendida por todo el mundo; su casa natal ha sido convenientemente acondicionada
para las actividades de la obra. Calle por la que han pasado destacados personajes de la política y de las letras, desde el Rey o los Presidentes Adolfo Suárez y Felipe González a Ministros como Pío Cabanillas, importante
personaje de la Transición que venía frecuentemente a visitar a sus tíos los Romero Encinas, en cuya casa había vivido Carlier. En esta calle estuvieron "Auxilio Social", la "gota de leche", la fonda de Campos,
y antes la de Reina, la pensión Adela, el cine "Español" de invierno y uno de verano, dos bancos, una guardería, un estudio fotográfico, un estanco, una farmacia, una fábrica de bebidas carbónicas, un destacado médico, una
espartería, una tienda de muebles y electrodomésticos, una óptica, un café-bar, una tienda de artículos deportivos, una mercería, el Juzgado de Distrito y el Ayuntamiento, que alternan con casas particulares, en una de las cuales
residía el Alcalde más antiguo de los que han ejercido el cargo en los últimos 50 años, don Fernando Rivas García Calle Real, símbolo del centralismo tan vilipendiado, origen de continuas polémicas sobre privilegios ciudadanos, la última
de las cuales data de
1977, cuando se cambió el alumbrado existente por un suntuoso sistema de farolas de luz de sodio que provocó la irritación de quienes no tenían luz. Calle ruidosa e insoportable un día, hoy peatonal, "paseo" oficial, Guadalquivir
de Dos Hermanas. La Historia sigue...". Hasta aquí nuestro artículo de la Revista de Feria. En el Catastro de Ensenada (siglo XVIII) la calle Real tiene 62 casas, de las cuales 23 son de dos plantas; solo una de ellas tiene el techo de
paja. El frente del caserío mide 1.032 varas y el fondo 1.908, lo que hace un total de 1.969.056 varas cuadradas de superficie. Examinando las descripciones del Catastro de Ensenada reseñamos los siguientes aspectos de interés. - Existe un horno
que linda
"con solar del Marqués de la Mina". - Una casa linda con "calleja que sale al camino Real".
- Otra linda con "callejuela que va a la calle del Canónigo". - Hay un Mesón que es de Juana de Rivas. - Otra casa linda "con el ejido". - Una casa tiene por lindero "la huerta del Marqués de la Mina". - Otro lindero de
la "huerta de Señora Santa Ana". - Linda una de las casas con la del "doctor Rubio". - Un lindero más es "la casa del Colegio Inglés y solar del Convento de San Agustín". - Más curioso es el lindero con "la calleja de los espinos y huerta que llaman de Rodrigo".
- Una casa "con vivienda" se describe como "Huerta con noria y cerca de vallado que linda al E. con camino de Benagila, al O. con c/ Real, al N. con calleja y al S. con Huerta de Santa Ana" y pertenece a don Tomás e Nemesio de Rivas. - La "Cárcel Real", que tenía 20 por 16 varas y linda, según el Catastro "con las antezedentes (se refiere a las Casas Capitulares) por una parte y por otra con casas de Francisco Balera". - La "Huerta de don Esteban de la Guardia que linda al S. con otra del Marqués de la Mina". - Las "Casas de campo de herederos de don Tomás Cognen de Montefrío, que lindan con la plaza": Se trata del edificio denominado "La Almona". - La Hacienda de don Manuel Cantón.
En el Padrón de Repartimiento de la Contribución en 1830 existen dos calles Real: la calle Real de Sevilla, con 30 contribuyentes, y la calle Real de Utrera, con 31. En el de 1836 se citan 44 y 40 contribuyentes, respectivamente.
En sesión de 1 de febrero de 1906 se le cambia el nombre de Nuestra Señora de Valme por el de "Alpériz Bustamante" pero en pleno de 30 de mayo del mismo año, tras la reacción popular de indignación, se le devuelve su
nombre anterior. En sesión de 8 de junio de 1927 se acuerda adoquinarla y, tras la tramitación pertinente, el 22 de febrero de 1928 se adjudica su pavimentación a la Empresa "Max Jacobsen", que utiliza un nuevo material llamado "soliditit",
que es una especie de hormigón que ha perdurado hasta el año de 1986 en que se sustituyó por el pavimento actual. La Corporación Republicana, en sesión de 4 de diciembre de 1931, sustituye el nombre de 'Nuestra Señora de Valme'
por el de 'José Nakens' a propuesta del concejal Fernando Fernández Muñoz "en honor del ilustre publicista que tanto luchó en pro de la libertad de pensamiento y de la República Española". Nakens era un anarquista sevillano,
hijo de padre alemán, que dirigió en Madrid un periódico llamado "El Motín" pero, sobre todo, fue célebre porque alojó en su casa a Mateo Morral, el autor del sangriento atentado contra Alfonso XIII el día de su boda. Escribió
una obra autobiográfica titulada "Mi paso por la cárcel" publicada en 1907 y, según parece, estuvo en Dos Hermanas varias veces. En sesión de 18 de diciembre de 1931 se desestima solicitud de la Hermandad de Valme, vecinos
de la calle y de Dos Hermanas en general, que piden "que se revoque el acuerdo y se reponga el nombre de Nuestra Señora de Valme. Habiéndose prohibido a la Hermandad del Rocío que pasara por la calle José Nakens, en sesión de 18 de junio de 1934
se critica a la alcaldía porque no impidió su paso. En sesión de 10 de agosto de 1934 se elimina el nombre de Nakens y se repone el de "Virgen de Valme". El 23 de octubre de 1943 se adquiere a don Teófilo García Gutiérrez la casa número 34 de la calle Ntra. Sra. de Valme en 115.000 pesetas para cederla a Auxilio Social para instalar un Centro de Alimentación Infantil, que en la época se llamaban "La Gota de Leche". El 13 de febrero de 1946 se cede
esta casa a Auxilio Social para obras benéficas. Posteriormente se instalaría en ella el Juzgado, que funcionó en esta finca hasta que se construyó el nuevo edificio en la calle Ntra. Sra. del Carmen. El 20 de diciembre de 1958 se
compran 30 m2 de la casa número 3 para ampliar la Casa Consistorial. En sesión de 16 de diciembre de 1963 el Ayuntamiento acuerda almacenar los materiales diversos y el camión en la calle Castelar al tener que desalojar el local de Ntra. Sra. de Valme número 2,
propiedad de doña María Teresa Pérez Tinao, que antes había sido la "Fonda de Campos". En esta calle se encontraba el Juzgado de Distrito, un Cine de Verano y el Cine Español, que fue demolido para construir el nuevo Teatro Municipal.
En efecto, en el Solar del Cine Español, completamente demolido y con la incorporación de una casa de la calle Canónigo para cuadrarlo, se construyó el moderno TEATRO MUNICIPAL, según proyecto del Arquitecto Juan Ruesga Navarro,
que contó con la colaboración de su colega Guadalupe Patón y de los Servicios técnicos municipales. Realizó la obra la Empresa AUXINI. La inauguración del Teatro tuvo lugar el día 6 de octubre de 1995 con la interpretación de la
obra "CARMINA BURANA" de
Cari Orff, a cargo de la Orquesta Sinfónica Europea, la Asociación Coral de Sevilla, la Coral María Inmaculada de Antequera y la Coral de "Los Seises" de la Catedral de Sevilla. Actuaron como solistas Ismini Gianakis (soprano), Vincent Gregoire (Contra-Tenor) y Arthur Stammet (Barítono). La dirección del concierto correspondió a Juan Rodríguez Romero, que realizó una meritoria labor que obtuvo el reconocimiento entusiasta del numeroso
público que llenaba por completo el Teatro. Por acuerdo plenario de 10 de noviembre de 5500 se le impuso al Teatro Municipal el nombre de "Juan Rodríguez Romero", en homenaje al prestigioso director de Orquesta, Catedrático del Conservatorio Superior de Música de Sevilla, Académico de la Real de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría y correspondiente de la Real Academia de San Fernando de Madrid,
reconociéndose así su gran labor en pro de la música y de su difusión, especialmente en Dos Hermanas a lo largo de más de 20 años de colaboración ininterrumpida, con la creación del Aula de Música, embrión del actual Conservatorio, y ofreciendo
conciertos con sus Orquestas: Musiziergemeinschaft del Mozarteum de Salzburgo, London Schubert Players, Franco Belga de Bruselas, Camerata de Linz y otras, amén de la creación y dirección del Concurso Internacional de clarinete "Ciudad de Dos Hermanas",
etc....
Fuente: Calles, Plazas, Campo… Dos Hermanas.– Pedro Sánchez Núñez
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