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Dos Hermanas, |

El Taller de Maqueda

EL TALLER DE MAQUEDA, EL PRIMERO EN DOS HERMANAS EN VENDER LAS BICIS "MOSQUITOS"

Situado en la céntrica calle La Mina, a él acuden muchos trabajadores de los almacenes de aceitunas

Ha sido todo un acierto la apuesta del Taller de Bicicletas Maqueda de empezar a vender ‘el mosquito’ en Dos Hermanas.
Ya se ven por nuestras calles las primeras bicicletas con motor en los pedales… y más que se van a ver si las ventas continúan a este ritmo. Desde que José Maqueda abrió este taller en 1943, es el momento que más beneficios está generando el negocio. Las ‘mosquito’ se venden como rosquillas. Por supuesto que a este buen ritmo de ventas ayuda la gran cantidad de almacenes de aceitunas diseminados por Dos Hermanas: los motores de las ‘mosquito’ pueden llevar a una bicicleta a alcanzar los 35 km/h, lo que supone una gran ventaja para moverse con más velocidad de un lado a otro del pueblo.
José Maqueda en el Taller
Taller de bicicletas de Maqueda en la calle La Mina el año 1955.- Entre otros se puede ver a Maqueda, Alcocer, Joselito Rivas Morón y Paco Sánchez Moreno.
Foto Revista de Feria y Fiestas 1996
Taller de bicicletas de Maqueda en la calle La Mina el año 1955.- Entre otros se puede ver a Maqueda, Alcocer, Joselito Rivas Morón y Paco Sánchez Moreno.
Lugar de reunión

Lugar de reunión

El carácter afable y servicial de José Maqueda y la estratégica situación de su taller, en pleno centro nazareno, lo convierten, desde las siete de la mañana, en lugar de reunión y de paso de mucha gente. Ni siquiera cierra a mediodía. José se va a comer pero alguien se queda. En la foto, Maqueda (en el centro), rodeado, entre otros, de uno de sus aprendices, Manuel León Gómez ‘Chapín’. José Rivas y Juan Antonio Garrido también han sido sus ayudantes.

EL CAFÉ EN CASA PEDRO

Si la reparación de la bicicleta no ocupa mucho tiempo, los clientes del taller hacen algún mandado por el pueblo o esperan tomándose un café en Casa Pedro, este popular bar que hace esquina con Los Jardines y que tiene siete puertas al exterior. En la foto, tomada el 26 de julio de 1948, se ve al dueño Pedro Ponce Bancalero, acompañado de su grupo de camareros y algunos clientes.
Casa Pedro

El mejor centrando las bicis


José Maqueda Simón, natural de Utrera, trabajaba en los campos de El Palmar de Troya.
Tras la guerra apostó por trabajar en la sevillana Casa Gaitán, experta en fabricar bicicletas con cuadro de flauta. Allí aprendió a radiarlas y centrarlas, profesión en la que se especializó. Tras trabajar en un taller en el callejón San Luis de Dos Hermanas con ‘El Niño de la Casilla’, decidió hace once años aperturar su propio negocio. Un año antes, el 6 de septiembre de 1942, se casó con la gaditana Concepción Fernández (trabaja en Lissén), con quien tiene tres hijos: Manuel, Concepción y Ana.

Colgando de los ganchos

¡Quién no conoce el taller de Maqueda! Situado en calle La Mina, junto a Relojería Martínez y frente a Bar Pedro, es lugar de paso diario de miles de nazarenos que embocan Los Jardines. Aquí se arreglan los pinchazos de las bicicletas de los carteros y funcionarios, se reparan los frenos, los radios, las cadenas, las ruedas. No hay avería que se resista a las herramientas que José tiene colgadas por doquier en su pequeño habitáculo. Antes, el local lo había ocupado un matadero. Eso le vino bien a Maqueda, que coloca las bicis en los ganchos del techo, cuyo cometido anterior era colgar la carne de la matanza.

Agujeritos para ver el cine

La pared del fondo del taller lo separa del Cine Terraza. El hijo de José y sus amigos aprovechan la existencia de unos agujeritos para ver (sin pagar, claro) las sesiones de cine e incluso algunos combates de boxeo que aquí se celebran.
El Mosquito

Así es el ‘mosquito’

La marca Arteman es la proveedora de los M-40 o ‘mosquitos’ que vende Maqueda. Tras la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de motorizar a la población impulsó a la marca Garelli a encargar este invento al ingeniero Alberto Giraldi, aprovechando la existencia, desde los años 30, de micromotores para los compresores de los aviones que se adaptaban perfectamente a las bicis. El motor, situado bajo los pedales, aplica una fuerza impulsora auxiliar mediante un mecanismo de tracción con un rodillo directo a la rueda trasera.

CRÓNICAS NAZARENAS.-Un recorrido por la historia de Dos Hermanas a través de la prensa.- David Hidalgo Paniagua

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