La Torre de Doña María de Padilla

LA TORRE DE DONA MARIA DE PADILLA

El Rey don Pedro, según su cronista Ayala,
«era muy caçador de aves e gran sofridor de trabajos, e bien tenplado en el comer y bever, e dormía poco, e amó mucho a mujeres, e cobdiçioso de allegar tesoros». 


1.- Sevilla y la Orden de Santiago reciben las tierras de Vijaldón.-
 Ya se había extinguido la estirpe andaluza de origen yemení de los Ben Jaldún, Ibn Jaldún o Aben Haldún, pero no su nombre, que persistía en tierras sevillanas cuando llegaron los ejércitos castellanos conducidos por "Ibn Adfonso, rey de los gallegos", como le llamaban los cronistas musulmanes. Ya hemos comentado en otra ocasión algunas particularidades referentes a estas tierras y sus poseedores musulmanes' 1. Las tierras de Vijaldón, cuando aún no existía el topónimo "Dos Hermanas", debían ser muy extensas pero se mantuvieron unidas al pasar a manos castellanas, pues a partir de su descripción en 1253, las repartió el Rey entre dos poderosas instituciones. En efecto, dice el Libro del Repartimiento fechado a 1 de mayo de 1291 de la era, que es el año 1253 en el cómputo cristiano: "Esto dio otrosí el rey al pueblo de Sevilla en término de Alcalá de Guadaira... Diol Borgabenhaidón, en que ha ciento e cinquenta mili pies defigueral, e por medida mil e quinientas menos treinta arançadas.. " 2, cifra que equivale a unas 735 Has. actuales. Pertenecía, pues, la tierra al término de Alcalá de Guadaira pues, como sabemos, aún no existía Dos Hermanas con tal nombre y como población, aunque sí existían en estas tierras numerosas "alcarías" árabes, reminiscencias de antecedentes "villares" romanos. El Profesor LADERO QUESADA dice que "en los repartos del siglo XIII se respetaron, por lo general, los antiguos términos municipales de época anterior: Utrera, Lebrija y Alcalá de Guadaira fueron los núcleos principales. Dos Hermanas y Las Cabezas de San Juan eran menores; Los Palacios, El Coronil, Alocaz, Las Aguzaderas, Gandul, Marchenilla, Bao, Gómez Cardeña, Villamartín en el Campo de Matrera, son fruto de repoblaciones del siglo XIV y comienzos del XV...". De hecho, y según el ilustre medievalista, "la ciudad (Sevilla), además de ser capital de toda una región o reino dominaba jurisdiccionalmente un territorio de aproximadamente 12.000 Km2, y venía a ser, así, cabecera de la "mayor comunidad de villa y tierra" de toda la Corona de Castilla, aunque nunca se designe con tal nombre en los documentos a la gama de relaciones que unían a la "çibdad" con su "tierra"..3

Más interés tiene para nosotros el repartimiento de la otra parte de las tierras de Vijaldón, así definidas en el Repartimiento: "Este es el heredamiento que dio el rey a la Orden de Uclés:... e diol la torre de Aben Haldón, con treinta yugadas de heredad, anno y vez, efue dada por seteçientas arançadas de olivar... " 4, que es tanto como 350 Has. de hoy, aproximadamente. La Orden de Uclés no es otra que la antigua Orden Militar de Santiago, asentada en el Monasterio de Uclés por concesión de Alfonso VIII en 1174. A ella pertenecía el esforzado "Maestre de la cavallería de la Orden de Santiago de Uclés don Pelay Pérez Correa", a quien ya conocemos por sus hechos de armas, alguno de los cuales tuvo como escenario una parte sustancial de las tierras de Dos Hermanas, que por tales hechos se llamaría desde entonces "Fuente del Rey" 5. Así vemos a don Pelayo y sus huestes santiaguistas como propietarios de estas tierras y como castellanos de la Torre de Ibn Jaldún, donde desarrollarían su hegemonía sobre nuestro territorio durante más de un siglo. Probablemente la Torre dejaría de pertenecer a la Orden de Santiago cuando era XXV Maestre de Santiago el malogrado don Fadrique, hijo bastardo de Alfonso XI y de doña Leonor de Guzmán y por tanto hermanastro del Rey don Pedro 1. Acusado de alta traición, fue ejecutado a mazazos por los ballesteros Pero López de Padilla, Ballestero Mayor del Rey, Nuño Ferrández de Roa, Juan Diente, Garcí Díaz de Albarracín y Rodrigo Pérez de Castro, en presencia del propio Rey, que personalmente dio la terrible orden cuyas palabras aún resuenan entre los recios muros y forman parte de una leyenda de sangrientos rastros en el blanco mármol del Alcázar sevillano: "!Ballesteros, matad al Maestre de Santiago!” 6. Era el martes 29 de mayo de 1358.

 2.- Doña María de Padilla.- 
Pocos años antes, Don Pedro había conocido a la mujer a la que, en medio de sus azarosas andanzas y terribles Justicias, con más empeño y devoción amó. Así cuenta la Crónica del Canciller Lopez de Ayala su encuentro: "E en este tiempo, yendo el Rey a Gijón, tomó a Doña María de Padilla,

que era una doncella muy fermosa, e andaba en casa de Doña Isabel de Meneses, muger de Don Juan Alfonso de Alburquerque, que la criaba, e traxogela a Sant Fagund Juan Fernández de Henestrosa su tío, hermano de Doña María González su madre. E todo esto fue por consejo de Don Juan Alfonso de Alburquerque. ..".7 Era el año de 1352. Don Pedro vió a doña María "que era la más apuesta Doncella que por entonces se hallaba en el mundo: e el Rey quando la vido como era mancebo de edad de hasta diez y siete años, enamoróse mucho della, e no pudo estar en sí hasta que la hubo, e durmió con él. E tan grande fue el amor que con ella puso, que non preciaba sus hermanos, ni a la Reyna Doña María su madre, muger del noble Rey Don Alonso, nin les facía las honras e fiestas que de antes les solía facer; de lo qual todos hubieron mucho enojo e sentimiento ".8 Doña María de Padilla había nacido en Burgos hacia 1337, por lo que cuando la conoció el Rey en junio de 1352 tendría 15 años, dos menos que su regio y fiel amante. Al año siguiente de su encuentro nació en Córdoba su hija Beatriz, hecho que fue celebrado con justas, torneos y público regocijo. Este mismo año, el lunes 3 de junio de 1353, Don Pedro contrajo matrimonio en Valladolid con la Reina Doña Blanca de Borbón, tan joven y agraciada como infeliz. Y es que el miércoles 5 de junio, tres días después de su boda, el Rey Don Pedro "fue a la Puebla de Montalván do estaba Doña María de Padilla; ca como quier que él la dexara en el castillo de Montalvan, ya la avia enviado decir que se veniese a la Puebla de Montalván que es dos leguas aquende, e allí lafalló... e estovo allí con Doña María de Padilla el día que llegó, e otro día: e dende partió el Rey e vinose para Toledo e traxo consigo a Doña María. . .Luego que en la villa de Valladolid se sopo como el Rey era partido, e que iba a do estaba Doña María de Padilla, ovo grand alborozo e grand movimiento... e otros Caballeros fueron luego a ver a las Reynas Doña María madre del Rey, a Doña Blanca su muger, e Doña Leonor Reyna de Aragón su tía, e falláronlas muy tristes: e estaban todos los que allí fincaron muy desmayados e muy cuidosos, temiendo que aquel día se levantaría mucha guerra e mal en Castilla, como fue: e ovieron su consejo diciendo que non ficiera el Rey bien en se partir así de su muger, e pesábales mucho dello, e ordenaron que el Maestre de Calatrava Don Juan Nuñez de Prado... e muchos otros Caballeros... trabaxasen mucho por facer tornar el Rey a su muger la Reyna Doña Blanca, e que se emendasen estos fechos…”.9 Sin que llegara a normalizarse jamás el regio matrimonio, se aventura que por despecho del Rey ante el incumplimiento de la promesa de recibir una cuantiosa dote matrimonial de parte de la familia de su desgraciada esposa 10, en 1361 el Ballestero Juan Pérez de Rebolledo, vecino de Jerez, por orden del Rey mató a la Reina Doña Blanca, su legítima mujer, cuando estaba en Medina Sidonia al cuidado del Caballero Iñigo Ortiz de Estuñiga. Tenía la Reina 26 años, la misma edad que el Rey que tan cruelmente la trató, y fue enterrada en el Monasterio de San Francisco, de Jerez de la Frontera.

 El destino quiso que doña María de Padilla muriera el mismo año en que don Pedro mandó matar a su legítima esposa y Reina, cuando Doña María tenía 24 años, dos menos que su incondicional amante. "En este año murió en Sevilla de su dolencia Doña María de Padilla: efizo el Rey fazer allí, e en todos sus Regnos grandes llantos por ella, e grandes complimientos. E leváronla a enterrar al su Monasterio de Sancta Clara de Estudillo, que ella ficiera e dotara. E fue Doña María muger de buen linage, e fermosa, e pequeña de cuerpo, e de buen entendimiento. E morió en Sevilla en el mes de julio deste dicho año; e dexo fijos que oviera del Rey a Don Alfonso, e a Doña Beatriz, e a Doña Constanza, e a Doña Isabel...”.11 Su afligido y regio compañero, reunidas las Cortes en Sevilla en 1362, "dixo así ante todos, que les facía ciertos que la Reyna Doña Blanca de Borbón, la qual era muerta, non fuera su muger legítima, por quanto antes que se desposase con ella se avia desposado por palabras de presente con Doña María dePadilla, e la rescibiera por su muger; empero por rescelo de que algunos de su Regno se alzasen contra él, por quanto no querían bien 
a parientes de Doña María de Padilla.., que el non osó decir deste casamiento que oviera con la dicha Doña María... E por ende, dixo el Rey, que la dicha Doña María de Padilla, la qual era ya muerta, fuera su muger legitima, e fuera Reyna de Castilla e de León, e que aquellos fijos que della oviera eran legítimos... E el Rey mandó que de aquél dia en adelante llamasen a la dicha Doña María de Padilla la Reyna Doña María... E luego ordenó el Rey Perlados, e Caballeros, e Dueñas que fuesen a Estudillo, do yacía Doña María de Padilla enterrada, e traxieron su cuerpo muy honradamente a Sevilla, así como de Reyna, e soterráronle en la capilla de los Reyes, que es en la Iglesia de Sancta María de la dicha cibdad, fasta que el Rey fizo facer otra capilla cerca de aquella capilla de los Reyes, muy fermosa, do fue el dicho cuerpo después enterrado. E dende adelante, según avernos dicho, fue llamada la Reyna Doña María, e sufijo el Infante Don Alfonso, e sus fijas Infantas... ",12 Y tras esta ceremonia, que tanto nos recuerda la estremecedora pleitesía que se le rindiera en Portugal al cadáver de la Reina doña Inés de Castro, las cenizas de Doña María de Padilla, Reina "a título póstumo", quedaron depositada en una primorosa arca, junto a los restos del Rey Don Pedro, en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla.

De sus hijos, Alonso murió sin sucesión; Beatriz ingresó en el Convento de Santa Clara de Tordesillas; Constanza casó con don Juan de Gante, Duque de Lancaster e Isabel con Eduardo Aymón, Duque de York, ambos hijos del Rey Eduardo III de Inglaterra. A lo largo de la difícil y nómada vida del Rey, Doña María permaneció constantemente a su lado, a pesar de que el Rey se había casado de nuevo en 1354 con doña Juana de Castro y había tenido muchas aventuras amorosas, entre otras damas con doña Teresa de Henestrosa, doña Teresa de Ayala y doña Isabel de Sandoval, con las que también tuvo descendencia. Pero siempre volvía a la Padilla, que actuó en todo momento como esposa amante y fiel. Como consejera prudente trató siempre, casi nunca con éxito, de infundir misericordia donde el Rey imponía el rigor de las leyes de la guerra y su implacable y expeditiva Justicia. No sabemos cuándo estuvo Doña María en la Torre a la que dió nombre, pues cuando no acompañaba al Rey en sus continuas correrías por todo su Reino residía en el Alcázar de Sevilla sin ningún tipo de disimulo y como si fuera la verdadera y legítima Reina. Según los estudiosos, que citan a ZUÑIGA13, la Dehesa llamada "Torre de Doña María" había sido "donada por Doña María de Padilla a Juan Fernández Melgarejo, cuyo linaje siempre había permanecido fiel al rey legítimo". A los Melgarejo se referiría un descendiente de la primitiva familia árabe propietaria de los terrenos, el historiador Abd-ar-Rahman Ibn Muhammad Ibn Jaldún alHadramí, cuando vino a Sevilla en misión diplomática en 1363 y "el Rey Pedro... me ofreció inclusive restituirme los bienes de mis ancestros en Sevilla, bienes que a la sazón se encontraban en poder de algunos grandes de su reino ".14

 3.- La Torre de Doña María pasa a propiedad de la Catedral de Sevilla.-
 Cuando llegó al trono el fratricida de Montiel, Enrique II "el de las Mercedes", los partidarios de Don Pedro cayeron en desgracia, y así en 1371 Ferrant Pérez de Melgarejo, hijo de Juan, vende a Don Diego Díaz, Dean de la Catedral de Sevilla, "la Torre de Doña María (de Padilla) con todas sus pertenencias en término de Sevilla". Vemos como tras la muerte de Doña María de Padilla empieza ya a aparecer el nombre de la Torre "de Doña María" y no "Borg Aben Haldón" como hasta entonces. Por su parte, la hija del Deán, a su vez, vende la finca en 1380 a Fernán Arias de Cuadros, en este tiempo "guarda y vasallo del rey Juan 1". Años más tarde, en 1387, Fernán Arias, ya por entonces Alcalde Mayor de Sevilla, y su mujer Leonor González Mexía, donaban a la Catedral de Sevilla su heredad de la Torre de Doña María, "que limitaba con Almachar", lugar que también les pertenecía. 15 Pero una cosa era la propiedad de la tierra y otra la Jurisdicción de la Ciudad de Sevilla sobre ella. Y así el 4 de abril de 1405 está fechado un mandamiento de Sevilla "a los vecinos y moradores de esta Ciudad y de sus lugares de la Serrezuela, la Torre de Doña María, Villanueva del Ariscal, Dos Hermanas, Los Palacios del Alcalde Fernán González y Coria que tuviesen sus ganados en tierras de Sevilla, para que pagasen los maravedises que correspondiesen a cada uno en el repartimiento que Sevilla hizo para pagar las guardias puestas contra tierra de moros, a causa de los movimientos que estos hacían para entrar en la de los cristianos...". 16 Doña María, pués, era un lugar de la Ciudad de Sevilla en términos de igualdad con Dos Hermanas, La Serrezuela, Coria o Los Palacios, lo que denota su importancia.

En 1411 el Cabildo Catedral otorgaba contratos de Censo en Doña María 17 . La explotación agraria de las tierras de la Torre rendía al Cabildo 3.800 maravedís entre 1416-1420, y 30.020 maravedís entre 1478-1480, de forma que era la finca más rentable del Cabildo Catedral, y tenía, además, una huerta que estaba plantada de naranjos, limas, limones, higueras, membrillos, ciruelos, manzanos y parras 18. Las relaciones de vecindad entre hacendados tenían sus problemas, y así en 1455 el Concejo de Sevilla reprochó al Cabildo catedralicio haberse incautado parte de su tierra y término en el lugar de Quartos para ampliar su heredad de la Torre de Doña María, lo que motivó que se procediese al amojonamiento de esta torre, demostrándose que toda la tierra en litigio era propiedad de la Iglesia. 19 Una descripción de la finca se contiene en el apeo de 1465: "En torno del gran corral estaban situadas las dependencias siguientes: una caballeriza con 33 pesebreras; un lagar con dos lagaretas; dos pilones y un husillo; la bodega, de dos naves con 38 tinajas de diversos tamaños; la casa del casero; un portal o cobertizo con cocina y chimenea; un corral para gallinas; un molino de aceite, con sus parejos; seis tinajas y un tinajón; un horno de cocer pan; casa-despensa; una cocina grande; dos torres y una huerta, con su noria y alberca". 20. Es interesante destacar que en la descripción se citan dos torres, las mismas que aparecen hoy día delimitando la fachada del caserío.

A mediados del siglo XV tuvo arrendadas las tierras Alfonso de Segura, Deán de Toledo y Canónigo de Sevilla y más tarde, a finales de siglo, el también canónigo Juan de Belmanán. Los días 10 de enero y 8 de marzo de 1494, los Reyes despacharon cartas de comisión al Conde de Cifuentes y al Juez eclesiástico "sobre lo de Johan Tristán, vecino y Jurado de Sevilla y arrendador y recaudador mayor de la renta de la alcabala del partido de la Alhondiga, con Antón Serrano, Alguaçil del Arçobispado". En efecto, el rey ordena al Conde que vea el asunto y lo resuelva, dado que Tristán dice que "teniendo çiertas cosas de su casa en la Torre de donna María, término de la dicha çibdad de Sevilla, diz que Anton Serrano, alguacil del arçobispo,fue a la dicha Torre e diziendo quel dicho Juan Tristán deuía tres mill e trezientos maravedis al mayordomo del dicho arçobispo por nuestra carta de preuillegio en la renta del almoxarifazgo mayor de la dicha çibdad...". Pedro de Arriola, Procurador de Tristán y de su mujer Constanza de las Roelas, dice que "los dichos sus partes tenían a tributo e censo de la iglesia mayor de la dicha çibdad de Seuilla una heredad que se dize la Torre de Donna María, ques en termino de la dicha çibdad legua e media della, por todas sus vidas. .” 21 La Dehesa de Doña María aparece citada en el largo pleito que sostuvo la familia Pedrosa con el Concejo sevillano con motivo de la venta de la jurisdicción de Dos Hermanas, donde Sevilla aduce, entre otros motivos de oposición, que esta zona "cercada y montuosa estaba llena de gitanos y salteadores que Sevilla consiguió limpiar y que ahora al quedar fuera de su jurisdicción volverán a ella...” 22 Otra referencia la encontraremos en las actas capitulares nazarenas, cuando Pedrosa propone para Alcalde ordinario por el estado noble a Luis Domingo de Monsalve, a lo que los capitulares nazarenos se oponen argumentando que el citado "no tenía casa, ni vecindad en Dos Hermanas y solo era arrendador de la Dehesa de Doña María" 23 En el Castro de Ensenada figura el Donadío de Doña María, con su casa, molino y dos almacenes mas 90 aranzadas de olivar y 792 de monte alto y bajo, con licencia de cerramiento a pasto y leña. 24

 4.- Una antigua descripción la finca.- 
Dando un salto en el tiempo en 1799 nos encontramos con documento de "apeo, medida, deslinde y entrego de la Casa y Dehesa del Donadío llamado Doña María termino y Jurisdicción de la Villa de Dos Hermanas, propio del Iltmo. Sr. Deán y Cabildo de la Sta. Metropolitana y Patriarchal Iglesia de la Ciudad de Sevilla". El apeo se hizo siendo visitador de heredades don Manuel de Argüelles y Rúa, Presbítero y Racionero de la Iglesia, y "colono" don José de Guzmán, vecino de Sevilla. En apeo se comenzó midiendo y describiendo el caserío: "Primeramente se midió la fachada principal que mira al lado de Poniente y Camino Real que tubo de largo sinquenta y ocho varas y forma de angulos salientes que el uno lo forma el quarto del guarda y otro lo forma otro quartillo que está en el mismo ángulo que buelve al Poniente…,

con dos mármoles a la entrada en dicha fachada cae la torre su campanario y campana media vara de largo y dicho quarto del guarda... pajar..., Armacén de sol… torre del molino... una Puerta de cancela de madera de Flandes que es el sitio donde oyen missa los forasteros cuia pieza tiene de largo seis y media varas y tres de ancho doblada con un entresuelo de Pino y tablazón de Flandes ... etc” La descripción es muy prolija y sigue detallando las características de cada dependencia y habitación de la Torre, y dice que “a continuación hay otro cuarto cubierto de boveda en el centro de la torre con siete varas y tres cuartas de largo y quatro de ancho on vara y tercia de muro, tiene un postigo de dos varas y dos tercias de alto y una de ancho clavadizo todo de Flandes con su llave pestillera y una mirilla con tres tiradillos de fierro; en dicho cuarto hallo también una escalera falsa que da uso a la pieza alta con su postigo de una vara de ancho y dos y quarta de alto sin herraje y bajo la dicha escalera hay una alacena en el grueso de la pared con su postigo y cerrojo de a quarta esta pieza esta de argamasa en lugar de solería...".

Se describen también los linderos del Donadío, que son los siguientes: "Por el Norte, con una Vereda nombrada del Rayo y con olivar de la Casa Hospital de la Misericordia de la Ciudad de Sevilla y con viña y olivar que fue de Ramón Ximenez y con estacada de olivar de Fernando Gómez hasta llegar al valdío de Dos Hermanas que oy se guarda por Dehesa Potros, y vajo de los explicados linderos consta de la visita que se cita en el auto que esta por caveza de novecientas quarenta y siete aranzadas de tierra incluso en esta medida todo lo que está de monte, acebuchar y encinas, huerta, olivares ...". En definitiva, la finca tiene en esta época unas 473 Has, superficie que supone un incremento de más de 150 Has. con respecto a la primitiva superficie que se le había asignado en el Repartimiento.

Es curioso repasar los nombres de las distintas partes o suertes de la Hacienda en esta escritura: La suerte frente a las Casas del Donadío, "los manchones", el "Injertal nuevo", "la Laguna del Duende", "de la Casa", "la Huerta", "los Injertos" y "El monte". Y más curiosa es la minuciosa enumeración de árboles existentes en las tierras de la Hacienda: 9.030 olivos, 41.108 acebuches, 2.042 encinas y chaparros, 792 álamos y 205 frutales "y demás", entre los que se reseñan los 66 árboles de la huerta "entre frutales y olivos" (parras, perales, damascos, melocotones, guindos, manzanos, ciruelos, granados, naranjos chinos y agrios, cidros, moreras, higueras, una palmera datilera, un limón, un azofaifo grande) "y fuera de la casa alrededor de ella hay una higuera, dos cipreses, un paraiso y un zapote". En la reseña se detallan los injertales que se realizaron cuando la finca estuvo al cuidado del canónigo don Jacinto Reinoso y más tarde por don Juan de Lesaca. En 1801 había dejado la finca su colono don José de Guzman y la tomó en arrendamiento don José de Aguado y Ramírez, Conde de Montelirio, con cuyo motivo se efectuó un nuevo apeo de la misma, al que siguió otro en 1803 cuando arrendó la finca Don Agustín de Oya y Oviedo.

 5.- Otros propietarios de la finca: Fernán Caballero cuenta su historia.- 
En 1833, el Cabildo Catedral vendió la finca a Don José Joaquín de Lesaca, que a su vez la enajenó en 1854 a Don Agapito Artaloitia, en cuya época fue afectada la finca por expropiación para la construcción de la vía férrea Sevilla-Cádiz, que separó siete aranzadas de tierra de la dehesa que circunda el territorio de la Hacienda, "y al hacerse las obras de la vía en el indicado trozo, se encontraron los huesos de una multitud de cadáveres, cuya procedencia no hemos podido averiguar. Algunos aparecieron cuidadosamente colocados debajo de una tosca piedra, por lo que se infiere que serían los gefes de sus desgraciados compañeros" 25. Refiere el comentarista citado que "en varias obras ejecutadas en nuestros días se han descubierto restos de antiguos jardines,

conociéndose perfectamente la dirección de espaciosas calles, y se han hallado preciosos azulejos, cimientos durísimos y otras muchas señales que indican evidentemente el lujo y las comodidades que rodeaban a la bella María cuando ocupaba esta mansión…” 26 Fernán Caballero, que tan poéticamente describió muchas tradiciones conservadas en la memoria de la gente de Dos Hermanas, recuerda que "este Castillo fue dado por Don Pedro de Castilla a su bella y célebre querida Doña María de Padilla, cuyo nombre conserva. La Hacienda y Castillo de Doña María pasó, andando el tiempo, sin duda por alguna donación piadosa, a la Catedral de Sevilla, cuyo Cabildo la vendió en nuestros días a un caballero particular...” 27 Tras la publicación de su "Crónica Popular de Dos Hermanas" dentro de su más famosa novela, se desplazaron a Dos Hermanas el Duque de Montpensier y Antonio Latour para reconocer los lugares que se describen en ella. Latour, más tarde, escribe a Fernán y entre las impresiones de su visita tiene un recuerdo para Doña María: "Vimos la Hacienda de Doña María al través de la blancura de su recuperada inocencia; pero ¿cómo es que nada habeis dicho del gigantesco zapote, árbol al que, a pesar de la cal, lo mantiene a aquél antiguo albergue su color secular, su color no su fisonomía...” 28 Verdaderamente,

el zapote de la puerta de la Hacienda es espectacular: ya hemos visto que se le reseñaba en la descripción de la finca en 1799 como árbol singular. Árbol que nos recuerda otro ejemplar de la misma especie que existía en la Huerta de la Puerta Real de Sevilla, cuya plantación se atribuía a Hernando Colón. 6.- La Familia Ibarra.- Sus últimos propietarios han sido los miembros de la familia Ibarra, que en 1895 adquirió la finca, de la que por división y agregaciones procede la Hacienda de Quinto. 29 En manos de los Ibarra el caserío se embellece y cambia sustancialmente de fisonomía, sobre todo a raíz de la intervención del Arquitecto Gutiérrez Lescure, autor del Pabellón de Marruecos de la Exposición Iberoamericana de 1929, cuya traza se evidencia en elementos del caserío de la Hacienda Torre de Doña María. Y así se convierte la Casa en una hermosa finca de recreo, con un extenso jardín auténticamente andaluz y muy ajeno la moda de la jardinería versallesca,

donde establecen su residencia largas temporadas D. Ramón Ibarra y sus descendientes, donde hasta hace poco vivió doña Concha Ibarra e Ibarra. En la actualidad con la ejecución del II Plan General de Ordenación Urbana, estos terrenos quedaron incorporados al crecimiento urbanístico de Dos Hermanas donde la Hacienda y la Torre de Doña María serán hitos señeros de la Historia y continuarán alimentando la leyenda por los siglos de los siglos.

NOTAS
 1. "Dos Hermanas y el Islam... (de Ibn Jaldún a Vi faldón), en Revista de Feria de Dos Hermanas, 1988, págs. 33 a 37. Y. BOSCH VILA, J.: "La Sevilla islámica 712-1248", Sevilla, 1984, pág. 54. 
2. JULIO GONZALEZ: "Repartimiento de Sevilla". Madrid 1951, Tomo II, pág. 25. Nos remitimos también a la abundante bibliografía del Profesor GONZALEZ JIMENEZ, y entre otros a su "En torno a los orígenes de Andalucía " (Sevilla, 1980), "Sevilla en tiempos de Alfonso X el Sabio" (Sevilla, 1987) y al clásico "Sevilla en el siglo XIII", de Antonio BALLESTEROS BERETTA (Madrid 1913, reed. por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla en 1979).
3. LADERO QUESADA, MIGUEL ANGEL.: "La Ciudad Medieval", Sevilla, 1976, págs. 72-73. 
4. Me remito para la reseña de los Repartimientos en Dos Hermanas a mi trabajo "Los primeros habitantes de Dos Hermanas", en la Revista de Feria de 1993, págs. 197 a 201. 
5. V. FERNAN CABALLERO: "Noticia y Corona poética escritas con motivo de la restauración de la Capilla Real de la Virgen de Valme, debida a los Sermós. Señores Infantes Duques de Montpensier", Sevilla, 1859, pág. 13, JOSE ALONSO MORGADO: Nuestra Señora de Valme - Reseña Histórico descriptiva de esta Sagrada Imagen venerada antes en su primitivo Santuario exvoto del Santo Rey Fernando III de Castilla y hoy como especial protectora de la Villa de Dos Hermanas en su iglesia parroquial de Sta. María Magdalena", Sevilla, 1897, pág. 39; PINEDA NOVO, DANIEL: "Dos Hermanas en la obra de Fernán Caballero", Dos Hermanas, 1977, pág. 249; SANCHEZ NUÑEZ, E: "Los Reyes en Dos Hermanas", Revista de Feria de 1987, pág. 25. 
6. PEDRO LOPEZ DE AYALA: "Crónica del Rey Don Pedro", con las enmiendas de Jerónimo Zurita y las correciones y notas añadidas de Eugenio Llaguno y Amirola, en la obra "Crónicas de los Reyes de Castilla", de la Biblioteca de Autores Españoles, Tomo LXVI, Madrid, 1953, pág. 482. 
7.LOPEZ DE AYALA: "Crónica. . .", pág. 427. 
8.LOPEZ DE AYALA: "Crónica..." 2 pág. 427. 
9.LOPEZ DE AYALA: "Crónica...", págs. 432 a 434. 
10. LUIS SUAREZ FERNANDEZ: "Castilla (1350-1406)", en "Historia de España" dirigida por D. Ramón Menéndez Pidal, Tomo XIV, Madrid 1976, pág. 21. 
11.LOPEZ DE AYALA: "Cronica...... pág. 514. 
12.LOPEZ DE AYALA:"Crónica...", pág. 520. - 
13. ORTIZ DE ZUNIGA, DIEGO: "Anales eclesiásticos y Seculares de la Muy Noble Ciudad de Sevilla"., Libro VI pág. 182; LEANDRO JOSE DE FLORES: "Memorias históricas de Alcalá de Guadaira", Alcalá de Guadaira, 1983, pás. 246-247. 
14. V. Mi trabajo "Dos Hermanas y el Islam...", citado, pág. 36. 
15. Sobre los detalles de estas ventas y su correspondiente documentación me remito al importante trabajo de Isabel MONTES ROMERO-CAMACHO titulado "Propiedad y Explotación de la Tierra en la Sevilla de la Baja Edad Media", FOCUS, Sevilla 1988, págs. 99, 194 y 195, que cita el Archivo de la Catedral de Sevilla, Caja 23 núms. 1 y 6 S.A. 7-2-2). El nombre de "Almachar" nos sugiere el origen del topónimo "Marchal", finca de gran superficie cuyo nombre aún se conserva aunque reducido a un punto concreto del actual casco urbano que, con evidente derivación lingüística, se conoce como "Cuesta del Marchal o de los Marchaos". 
16. COLLANTES DE TERAN, Francisco: "Inventario de los Papeles de Mayordomazgo del Siglo XV: 1401141i", Tomo 1, Sevilla 1972, pág. 103 núm. 115. 
17. ACSC Caja 23 núm. 2 S.A. 7-22: MONTES ROMERO-C.: "Propiedad.....pág. 269. 
18. GONZALEZ JIMENEZ, MANUEL: "Propiedades y Rentas territoriales del Cabildo de la Catedral de Sevilla a fines de la Edad Media", en "Cuadernos de Historia" del Instituto Jerónimo de Zurita, CSIC, Madrid 1977, pág. 185. 
19. MONTES ROMERO-C: "Propiedad...", que se remite al ACSC Caja 23 núm. 4 S.A. 7-2-2. 
20. GONZALEZ JIMENEZ, MANUEL:"Propiedades.....,pág. 185-186. 
21. PILAR OSTOS y otros:"El Tumbo de los Reyes Católicos del Concejo de Sevilla", Tomo VI (1478-1494): Madrid 1997, núms. 508, 514. 
22. Archivo Municipal de Sevilla, Secc. Primera, Carpeta 186, núm. 272: Y. LOPEZ GUTIERREZ, ANTONIO - SANCHEZ NUÑEZ, PEDRO: "La Villa de Dos Hermanas en el siglo XVII", Dos Hermanas 1991, pág. 109. 
23. Archivo Municipal de Dos Hermanas, Libro 1, Cabildo de 2 de enero de 1655: Y. LOPEZ GUTIERREZ - SANCHEZNUÑEZ: "La Villa.....,pág. 133. 
24. Y. Archivo Municipal de Dos Hermanas, Libro 412. V. LOBO MANZANO, LUIS: "Economía y Sociedad. Siglo XVIII: : Economía y Sociedad", Sevilla, 1998, pág. 119. 
25. ANTON RODRIGUEZ, EDUARDO: "Guia del viajero por el ferrocarril de Sevilla a Cádiz", Sevilla, 1864, pág. 142, reed. Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, Sevilla 1985. 
26. ANTÓN RODRÍGUEZ, E.: "Guja....., pág. 142. 
27 FERNAN CABALLERO: "La Familia de Alvareda", Madrid 1896, pág. 12. 
28. GOMEZ SANCHEZ, JOSE MARÍA: "Recuerdos al Viento: Fernán Caballero( 1796 1996). Dos Hermanas, 1997. 
29. IBARRA HIDALGO, EDUARDO: "Noticias sevillanas de cinco hermanos". Sevilla, 1985, pág. 34.
Fuentes: Texto, Pedro Sánchez Núñez. Revista de Feria y Fiestas 2001.-Dos Hermanas.- Fotos:  Monasterio de Santa Clara, Astudillo. Templete conmemorativo del sepulcro José Luis Filpo Cabana , el mudéjar Braymi construyó este templete sobre el lugar.: Wiikipedia. - A.B.C. Sevilla, Raúl Doblado.-Antonio Alanís Arroyo.-Retrato de 1857 de Pedro I en el Consistorio hispalense. Estuvo en la galería del Palacio de San Telmo y fue una donación de la Infanta doña María Luisa Fernanda. El pintor Domínguez Bécquer basó su obra en las obras históricas que describen al monarca como blanco de piel, de rostro majestuoso y con el pelo rubio y los ojos azules.